Rick Wright

Fatídico fuiste lunes 15.

Post-Réquiem a un grande de la música.

Nos dejaste sin despedirte lo suficiente. Tú, poeta del espacio, artilugista terrenal; encontraste el olimpo en lo banal, en lo poco necesario -o mucho a la vez-. Brillarás en lo alto, te convertiste en ese gran concierto en el cielo, del que nos hablaste.

Llegaste a tu escuelita de arquitectura con interés por el jazzy el blues. Pero te enrolaste con un grupo de niños quemados para hacer música espacial. Mientras el pequeño Syd enloquecía hacia el cielo lo más pronto posible, tuvieron que vérselas por su modo. Durante algún tiempo te luciste, qué acordes, que melodías, que letras tan bellas. El pequeño grupo de niños oxidados de la baja Inglaterra crecieron hasta ser una mega banda, pero con mucho que dar, mucho que quemarse todavía.

Meddle fue premonición, una cochinadita llamada Dark side of the Moon, los llevó al éter más puro; qué hermoso es Us and Them y The Great Gig at the Sky, donde estás más presente. Un álbum donde están todos, un álbum perfecto.

Luego comenzó la melancolía del pequeño Roger, un álbum a Syd, un álbum a Orwell y la explosión colosal entre tu y Lil’ Rog. Dejaste el grupo, hiciste tu solitario; volviste de nuevo pero al margen de todo. Tal vez pensaste que era demasiado, descansar después de tantas emociones, descansar de la fama, de los conflictos, volverte un ser aislado, crear tu muro, convertirte en una canción.

Una muerte prematura, inesperada. Desconocida para muchos fue tu mal; sólo te veíamos en el Live 8, en los conciertos de Dave, esperando verte de nuevo pronto brillar. Que pena que todo acabase así, no sé si fue bueno o lo mejor, en todo caso, tu recuerdo y tu obra son mucho más grandes.

Adios Rick, mientras tanto prometo bajar y piratear tu obra libremente, mirarte con fijación en los videos y hacer malos covers de tu música. Volver a mi mundo una sinfonía dirigida por ti.